Debo confesaros que estoy devorando libros estos días porque he tenido un pequeño accidente automovilístico y estoy de baja, eso me permite tener tiempo para muchas cosas que habitualmente casi no puedo hacer, como leer mucho (lo del accidente nada grave, unos conos de carretera que me atacaron).
Esta es una novela bastante antigua, es de 1972, y el título original es «Lord of the flies», así que por lo que veo antes los traductores acertaban alguna. Eso sí, es un libro de rabiosa actualidad, bueno es mentira, pero siempre tuve ganas de eso: rabiosa actualidad (igual lo pongo siempre ahora en todos los artículos).
El primer impulso para leer este libro, fue que mi mujer obligada en el instituto, lo leyó y desde entonces le tiene manía, y eso ha sido un gran atractivo para mí, ya que el mecanismo de autodefensa de mi mujer me indicaba que en este libro iba a haber temas interesantes…
Por otro lado había sentido de él cosas muy serias y cultas como que era una obra donde se afloraban los instintos salvajes que todas las personas llevamos dentro, que si el comportamiento humano fuera de la sociedad organizada, etc. Y por otro lado había escuchado que era un libro que trataba sobre unos niños que tras un accidente aéreo vivían un tiempo en una isla salvaje, así que quizás porque me imaginaba que iba a ser la típica fábula donde los niños acaban siendo amigos de los elefantes, los chimpancés, hacen fiestas donde vienen hasta los leones y al final todos lloran; así que retrasé su lectura…y mal hecho, porque el libro me ha gustado bastante, es coherente y realmente tiene un poco de todo lo que había escuchado sobre él. La aventura está en constante movimiento, así que no giras muchas páginas sin que sucedan cosas.
Resumiendo os recomiendo su lectura (eso si os parece interesante con lo que he dicho hasta ahora, claro), además os ofrecerá un amplio abanico de comentarios para diferentes situaciones en la vida:
– Si tenéis un accidente de avión en una isla perdida, y no pertence a algún futbolista o estrella de Hollywood, podréis decir: vamos a buscar leña para hacer una gran fiesta y que vengan los leones…
– Si os sale un hijo un poco salvaje, siempre podréis recurrir a una frase tipo: Sí. Mi hijo presenta claramente una sobre-exposición a las actitudes del hombre no racional, que ya reflejaba William Golding en su obra El señor de la moscas.
– Y por último, podréis dejar de hacer la broma cuando os pregunten si conocéis a William Golding: ese es boxeador ¿no?
Ficha técnica
Autor: William Golding
Título: El señor de las moscas
Tema: Novela
Páginas: 236
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 84-206-1381-9
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HOla Yuuytut
¿Has visto que hay más teclas alrededor de esas 9?
Es que así no te entendemos…
muii bien el libro del señor de las moscas