Realmente, cuando analizo nuestro entorno, me doy cuenta de lo sucios y desordenados que somos, me doy cuenta de lo que le llega a gustar al hombre medirlo todo. Históricamente, se han producido guerras y afrentas por comparación de medida, y no entraré mucho al detalle, por ser un tema escabroso, pero está claro que la medición, es un acto en sí mismo de confrontación y mal rollo.
Aunque no todo es malo en la medición, cuando compramos un coche, y nos dicen que mide 5,4 metros de largo, nos gusta que cuando lleguemos al garaje (los que se permitan ese lujo hoy día), nos coja perfectamente, y el vecino toca-narices (como este es un blog serio y educado, se tocan narices y no cojones), no venga a decirnos que ya no puede entrar en su plaza como antes ¡envidioso!
Sin ir más lejos, algo que todos tenemos muy presente, es una medición muy común, y motivo tanto de grandes alegrías como de penas, y es la de las notas en la escuela. Nosotros como alumnos, vamos a entregar una serie de horas a estudiar una serie de temas, pero que una serie de profesores con bigote (de cualquier sexo), midan con una cifra cual es el nivel de conocimientos que supuestamente hemos adquirido. Y corto el tema aquí, porque sino me iba a acordar de unos cuantos profes…
Pues bien entrando un poco en el tema, en la ingeniería, medir es básico, y en la mecánica mucho más, y sobre todo más común, más sencillo y en algunos casos más barato, que en otras ramas de la ingeniería.
Para medir hacen falta varias cosas:
– Unidades de medida. Son valores aceptados universalmente sobre los que comparar cualquier objeto, fenómeno o medición en general. Por ejemplo, en uno de los sistemas de medición que existen, el internacional (S.I.), existe una unidad llamada metro, que se utiliza para medir longitudes. Si queréis ampliar sobre la definición de metro, aquí tenéis la Wikipedia; a mí personalmente siempre me ha fascinado la historia de la famosa barra que hacía de patrón; ahora un metro es no se que viaje de la luz a no se que sitio…
– Sistema. Pueden ser utillajes, mecanismos, o cualquier acción que nos permita realizar la medición comparándola con las unidades de medida. Siguiendo con el ejemplo de la longitud, necesitaremos un flexómetro (o cinta métrica) o un pie de rey. Os recomiendo visitar el enlace anterior sobre el pie de rey, veréis en la Wikipedia una animación sobre cómo funciona este aparato. Aquí podéis ver un flexómetro, mal llamado metro:
– Un señor/a. Que a ser posible conozca las unidades de medida y el sistema a utilizar, y que sea limpio y que pague cervezas a los amiguetes.
Así al final, cogemos el metro flexómetro. Importante llevar un casco de obra roñoso en la cabeza y un mondadientes en la boca, (aunque se puede sustituir el casco por un pañuelo blanco con nudos en las esquinas), y medimos la pared que nos han encargado hacer de 3,5metros, y obtenemos un resultado:
3,4 metros
Donde:
- 3,4. Es el valor o número de veces que se repite en la pieza el patrón metro.
- metro. Es la unidad de medida con la que estamos comparando el valor.
Bien ¿qué hacemos ahora con todo esto? Pues para explicarlo nada mejor que varios sencillos ejemplos.
Ejemplo 1. Un señor de Alcobendas está arreglando el piso a su hijo que se casa de aquí a dos semanas y aún no se ha comprado el traje. Pues bien, este señor ha rehabilitado un antiguo lavadero del piso, y lo ha convertido en un bonito trastero (que de aquí a dos años ya no tendrá nada de bonito). El caso es que el hombre quiere poner unas estanterías, y una cajonera a nivel de suelo. Como el sabe que tiene un metro flexómetro colgando del cinturón, un papel en el bolsillo, y un lápiz en la oreja, y además conoce que cuando mida con el metro flexómetro, sabrá cuantos metros de madera necesitará y de qué ancho, se pone a medir: de una pared a otra, la altura que tendrá el mueble cajonero, la altura del trastero para saber cuantas estanterías pondrá, etc. Así que cuando haya medido y apuntado, se irá a la carpintería, y como allí también conocen las medidas, le prepararán las piezas que este señor necesita, y listo (no quería decirlo, pero por la ley de Murphy, seguro que se ha equivocado en las primeras medidas que ha tomado, y nada le servirá…y el hijo sin traje).
Ejemplo 2. Ahora es un señor San Cristóbal de las Casas, que se ha dirigido a una tienda de electrodomésticos a comprarse un frigorífico. Cuando está en la tienda, el vendedor, que es un artista vendiendo aparatos, le convence de que se compre el último modelo de «Schromenaüer«, que viene con surtidores de cola y cerveza, conexión Wireless, hidromasaje y fotos de los Pokemon. Así que el señor, como no está convencido de que le vaya a entrar en su cocina, le pide las medidas al liante vendedor y se va a su casa, donde con un flexómetro, se dará cuenta de que tendrá ampliar el piso para comprar ese estupendo frigorífico.
Resumiendo, como veis, medir nos sirve para comparar, cuantificar y tener referencias, y aunque aquí hemos puesto ejemplos muy simples, en ingeniería, casi todo es medible: temperaturas, velocidades, masas, densidades, etc. Cada una tendrá unas unidades y unos aparatos (y unos señores), pero al final siempre se obtiene un valor (número) seguido de una unidad de medida.
Os recomiendo por último la lectura de este fantástico texto, donde nos hablan del origen de muchas unidades de medida, algunas realmente curiosas. Haz clic aquí.
Artículos posteriores: ¿Qué son las tolerancias? – ¿Qué es la precisión?
Si quereis saber algo mas sobre lo sutiles de medición, os recomendamos nuestro blog, que esta dedicado a estos utillajes que hacen que cada día podamos fabricar elementos, piezas y maquinaria más precisa todavía.
En Measurecontrol.com también encontrareis un glosario y un diccionario ingles-frances-español con el vocabulario específico de nuestro sector para términios de metrologia y útiles de control. Saludos.
MUI BUENA LA EXCRICTURA