Pues nada…año nuevo, vida nueva. Pero ante todo, espero que tengáis todos un buen año…
Como podéis ver he estado unos cuantos días sin escribir en el blog, y eso se ha debido a varias razones. La primera es que debido a la gran ingesta de comida en estas fechas navideñas, mi barriga no me permitía acercarme tanto al ordenador, así que hasta que no me he diseñado un soporte para el teclado, que se adapta a mi nueva forma esférica, pues no he podido teclear…jajaajaja. No, es broma, en realidad todos estos días he estado preparando esta broma de la barriga…
Lo cierto es que el día 21 de diciembre de 2007 «pasé» mi último día en mi anterior empresa. Ese mismo día, bajo el influjo de los caldos de Baco, senté los pilares de este artículo, que creo que se lo debo a todos mis ex-compañeros, buenos y malos…ahora ya da igual.
Siento deciros que este será un artículo un poco sentimental y muy personal, pero forma parte de mi terapia jajaja, si queréis parar de leer aquí, lo entenderé. Eso sí, si os vais a otro blog, acordaros de volver otro día. Próximamente, me gustaría hablaros de este mismo asunto, pero desde otra vertiente, por si os puede servir de algo, aunque dudo alcanzar el nivel de mi amigo Jordi de Tambuzi en este tema (y otros muchos) ¡ala! Aprovechar el enlace y iros del blog… 😦
Han sido 7 años de convivencia. Compañeros todos: amigos, maleducados, cabrones, amistades, conocidos, subnormales, íntimos, futuros…la última semana, la dediqué a intentar despedirme de todos ellos, y sinceramente, no me extraña que el viernes al llegar a mi casa, me emocionara…¡toma sutileza!
¿Por qué? Pues fácil, pienso que he sido un privilegiado al sentir el cariño y el respeto de todos y cada uno de ellos, sinceramente, más del que me esperaba. Me considero una persona abierta, y dada a establecer vínculos fácilmente (de cualquier tipo, el asco también es un vínculo jejeje), opino que ya que nos pasamos tantas horas en el trabajo, es más bonito y saludable intentar llevarse bien con todo el mundo, y si encima eres un pesado y hablas tanto como yo, pues ahí tienes el combinado perfecto. Esto no significa que mi manera de actuar, sea mejor o peor que cualquier otra alternativa, pero sí que puedo decir que soy fiel a mi persona, y me comporto como soy, sin artificios, ahí reside parte de mi felicidad. Volviendo al tema, y dejando aparte el asunto que el último día me regalaran unos cuantos aparatitos (1 y 2 ¡lo tenía que decir!), tuve muchas muestras de respeto y cariño, sobre mí, y sobre mi trabajo. Al final me han hecho creer que he sido bueno y todo…
En resumen, la sensación de que como profesional, y mucho más importante, como persona, he conseguido ser respetado y estimado, me ha hecho feliz, y por esto sólo puedo hacer una cosa, dar las gracias, gracias. Y doy las gracias a todos, sin rencor, sin ironía, sin malos pensamientos, desde la calma que da la sensación de haber sabido extraer la enseñanza de todo lo vivido, bueno y malo, al final, es cierto que de todo se aprende.
Para acabar, os diré que esto me ha permitido pasar página «por todo lo alto» en una etapa, que como cualquier otra en la vida, ha tenido e altibajos, pero si la primera impresión es la que cuenta, la última es la que queda en la memoria…
Desde lo más profundo de donde se asume que residen los sentimientos lo digo, gracias, muchas gracias y hasta siempre, estaréis siempre conmigo.
Con un bonito texto que me han enviado, paso página…
Buenas, chaval. Yo solo tengo que decir tres cosas:
1.- Mucha mucha mucha suerte en tu nuevo trabajo.
2.- Los artículos eran sobre todo para ti, de mi experiencia en mi cambio. Tenlos en cuenta. Cambiar es duro para la gente sensible, como tu y yo.
3.- A mi me regalaron cuando me fuí de esa empresa un iphone, una botella de lagavulin, una pantalla motorizada para mi proyector, una anfora de la época romana sacada de debajo del agua, una tableta wacom, y un barco de madera chulísimo. O sea que no chulees tanto. CHINCHA Y RABIA 😀
Y por favor, no dejes de explicarnos tu experiencia con el cambio, eso puede ayudar a muchisima gente.
Jordi. Como los niños…
Esperamos que la experiencia sea buena y exitosa… somos parte interesada! 😉