Me ha tranquilizado mucho saber esto 🙂 , y es que existe una relación directa y natural, entre irresponsabilidad y juventud.
En nuestro cerebro, la última parte en desarrollarse es el lóbulo prefrontal, que es una parte del cerebro que se asocia a la capacidad de predecir sobre nosotros mismos y nuestros actos; o sea, de proyectarnos al futuro y ver sus consecuencias.
Así que cuando mi padre me decía eso de: «hijo, tienes que madurar», resulta que me lo decía con todo el peso de la ciencia ¡cuanto sabe mi padre!
Por cierto, no hay excusas, todos llegamos a ese día cuando un niño te para por la calle para preguntarte: «señor ¿qué hora es?» Date por jodido, ya no eres joven…