Artículos anteriores: La hidráulica – Los cilindros
Tras explicaros lo más básico de un cilindro, os comentaré algunas cosillas más sobre el apasionante mundo de los cilindros…
Como os dije, los cilindros aprovechan un propiedad de los fluidos, la incompresibilidad. Casi todos los cilindros que existen en la industria se mueven con aceite, y se denominan hidráulicos; si el fluido de trabajo es aire, se llama neumática. Ambas tienen gran presencia en la industria. Los cilindros pueden ser equipos muy sencillos, o realmente complejos, pero todos tienen un punto en común muy importante debido a que trabajan con fluidos, la estanqueidad. O sea, su punto débil suelen ser los componentes que se encargan de evitar que los fluidos salgan del cilindro o se comuniquen, o los que evitan que partículas entren dentro.
Vamos por partes. Si metemos un fluido a presión por A, para que el vástago del cilindro salga, la junta 1 evita que este se comunique con la otra cámara, y toda su energía se utilice en empujar; mientras tanto, por B va saliendo el fluido, y la junta 2 evita que el fluido se escape también por ahí. Cuando queremos hacer que el vástago del cilindro retroceda, hacemos entrar aire por B, y mientras sale por A, 1 y 2 evitan que el cilindro fugue. Por último, la junta 3 evita que el polvo o suciedad que hay en el ambiente, al depositarse sobre el vástago, acabo entrando dentro del cilindro y lo dañe.
Las juntas 1 y 2 se suelen llamarse juntas, juntas tóricas, collarines o sellos hidráulicos, mientras que 3 suele conocerse como rascador.
Volviendo al inicio, sólo apuntar que la diferencia básica entre las dos técnicas, es que la hidráulica suele utilizarse para grandes presiones de trabajo, a partir de 15 ó 20 bares, y la neumática para presiones de trabajo menores, de 15 bares hacia abajo.
Una variante muy extendida de los cilindros, son los amortiguadores neumáticos, que físicamente pueden ser igual que un cilindro, y que podemos encontrar fácilmente en nuestro entorno: en muebles con puertas abatibles, en algunos electrodomésticos, incluso el famoso muelle de la puerta de la portería de la comunidad, oculta en su interior un pequeño cilindro que evita que la puerta se cierre de golpe.
En el coche tenemos más cilindros todavía, en los portones traseros de los coches solemos tener cilindros amortiguadores que tienen una misión muy importante, facilitar la apertura del portón, y que se abra hasta su tope. Además, como mantienen la presión interna, evitan que nos caiga encima la puerta (en mi caso otro golpe en la cabeza sería fatal).
Y si queréis ver cilindros por la calle, podéis observar por ejemplo los camiones de recogida de basura, cualquier máquina que trabaje en el movimiento de tierras en la obra…
Es muy interesante este material y muy completo muchas gracias y sigan publicando