¡Hola! ¡eh! ¿hay alguien ahí?
Lo dudo…
Bueno, después de mucho tiempo sin escribir, parece que me entra el gusanillo, aunque tengo claro que me va a ser imposible marcarme ningún tipo de pauta, ni objetivo ahora mismo.
El caso es que lógicamente voy recordando mis ratos en el blog, y me resulta curioso el hecho que, quiero compartir con vosotros (no hay nadie) la red que estoy viviendo una época en la que profesionalmente estoy aprendiendo mucho, o sea, que tengo trabajo de cojones, pero precisamente por ese nivel de productividad y ocupación soy incapaz de centrarme en compartir o enseñar todo lo que estoy viviendo.
Lo peor de todo esto, aparte que lógicamente me gustaría transmitir todo lo aprendido, estoy muy convencido que el nivel de conocimientos que estoy «asentando», es muy pequeño respecto a la cantidad que gestiono. Es bien conocido que escribir, como proceso mental (en este caso), requiere recordar, evocar imágenes o vivencias, y supongo que esa misma tarea convierte esos recuerdos en información que queda grabada en nuestra memoria, y que nos permitirá más adelante usarla. Además suele complementarse con la búsqueda de más información, datos ligados, etc….
En resumen, que noto que aprendo muchas más cosas de las que soy capaz de procesar, y mucho menos recordar, y eso a mí me incomoda. Siempre me ha gustado presumir que allá donde he estado he sabido utilizar los mecanismos para sacar el máximo partido de mi actividad (siempre concediendo algo a cambio), pero aquí y ahora mi sensación es otra…
Si pudiéramos retener todo… seríamos todos un poco más sabios, y el mundo un poco más peligroso…
En resumen, que he dejado de escribir por tiempo, no por falta de temas.
¡Ah! Quizás mi hijo de 10 meses también tenga algo que ver con esto…
Sigue blogueando. Al final siempre te lee más gente de la que crees aunque no deje comentarios.
Pues mira que lo intento, pero al final el tiempo…