El taladrado

Artículos anteriores: ¿Qué es mecanizar? – El limadoLas herramientas del limadoEl serrado

Aunque a muchos, el taladrado os suene a bronca de vuestro padre, madre, profesor, jefe o tutor, resulta que existe una operación mecánica llamada así.

El taladrado es una de las operaciones más básicas que existen, y consiste en hacer un agujero con una medida determinada sobre un material, con una herramienta llamada broca. Sobre las brocas, tenéis una descripción más que completa en la Wikipedia, así que no me alargaré mucho sobre el tema. La broca en sí, es la herramienta que hace el trabajo en la operación de taladrar, sea con un taladro manual, taladro eléctrico, o taladro industrial. Suelen ser cilíndricas y se denominan por su diámetro, aunque siempre debemos tener en cuenta, que si taladramos con una broca de ø8mm, el diámetro del agujero que resulta, será mayor, ya que el taladrado no es una operación muy precisa, y variará función del material, de lo perpendicular que estemos respecto a la superficie, del estado de la broca, del estado del que aguanta el taladro…

Los materiales, formas y otra serie de parámetros, suelen depender del material a taladrar y de su espesor. Así probablemente en casa, aunque seamos unos desastres del bricolage, solemos tener al menos tres tipos: la que utilizamos para madera, que tiene un pincho en la punta que sirve para auto-centrar; la que utilizamos para metales, que tiene unos filos cortantes (debemos puntualizar, que si tenéis la broca desde hace más de 20 años, posiblemente, ya no tenga esos filos); y la que utilizamos para taladrar en paredes, suele o techos, cuando colgamos cortinas, muebles, el gancho para el jamón, etc. Aquí las podéis ver.

El taladrado puede también ser una operación previa a otras dentro del proceso de mecanizado de una pieza, como el fresado, el torneado o el escariado, de los que iremos hablando en este blog.

¿Cómo actúa el taladrado? El taladrado requiere únicamente una fuerza perpendicular a la broca, por eso cuando taladramos en casa una pared y topamos con hormigón, tenemos que apoyar nuestro peso, para seguir taladrando, la broca incorpora unos labios de corte que arrancar el material sobre el que están rozando (dando vueltas), y mediante los surcos que ellas mismas tienen, arrastran el material hacia la salida. Por eso cuando taladramos, es imprescindible el uso de gafas de protección, ya que cualquier parte de ese material arrancado, puede salir despedido hacia nuestros ojos. Precisamente esa perpendicularidad de la fuerza en el taladrado, es la que nos da la precisión del agujero como he comentado antes, por eso cuando hacemos taladros en casa, vale la pena, dejar un momento la cerveza en el suelo, y coger el taladro con las dos manos.

Una situación que suele darse en el taladrado, es que cuando se va a hacer una taladro grande, de más de ø10mm, vale la pena ir taladrando primero con una broca de la mitad del deseado, ya que el agujero nos quedará mucho mejor, y corremos menos riesgos en posibles roturas de las brocas.

El mejor ejemplo que he encontrado, para que se entienda como funciona el taladrado es este; aunque parezca sacado de un show de los EUA, vemos como la broca gira por acción del taladro que sujetan los dos bricomaníacos, y como al irse introduciendo en la tierra por la fuerza que ejercen estos, va extrayendo la tierra hacia la superfície:

Veeeeenga, os permito hacer bromas sobre este vídeo…

Artículos posteriores: El torneado – El fresado

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